CRÍTICA DE LA CRÍTICA

Tras años y años juzgando brillantemente los más mínimos detalles de la sociedad, la serie de los Simpsons recibe por fin una “patada” desde dentro, ya que Banksy a pesar de estar invitado a crear una introducción para la serie, no se cortó ni un pelo a la hora de plasmar su descontento.

Desde los primeros segundos la mente del autor comienza a hacer crítica cuando muestra a un cuervo de tres ojos llevando como presa en su pico un roedor, representando a los Simpsons y al autor respectivamente. El cuervo como señal del mal, de la oscuridad, que agarra al autor con el pico, atrapado para los fines del cuervo.

También hace una serie de señales que definen su identidad, tanto por su semejanza con el personaje de Bart cuando está escribiendo en la pizarra y en la pared el mensaje de “I must not write all over the walls”, como las numerosas firmas que deja por la ciudad.

Otra cosa que deja huella es el momento en el que dos vándalos cortan la cabeza de Jebediah Springfield, dejando ver el mensaje de: El noble espíritu engrandece al hombre más pequeño que contrasta con el mensaje que da con posteridad ya que reflejan todo lo contrario que proclaman en la serie en numerosos capítulos.

Ya es a partir de la escena del sofá, cuando nos mostraría otro tipo de asientos, específicamente unos de una fábrica Coreana que trabaja para la realización de la serie, proclamando a partir de aquí un trato injusto. Se ve una división de hombres y mujeres que trabajan pintando justamente la escena que acabo de mencionar. Aparece alguna que otra mujer aburrida con el trabajo, casi como perdiera la esperanza o los sueños, que luego se verían mostrados en muchas ocasiones a lo largo del video.
Un niño lleva una lámina que ya se ha realizado y la introduce en residuos tóxicos, al lado, aparecen unos huesos que representan una identidad que queda olvidada, ya que son numerosos los restos que se quedan acumulados. Solo se acuerdan las ratas, que se llevan los huesos seguramente para mordisquearlos.

Se muestra color en las camisetas de los Simpsons que llevan los niños, también sobre los peluches. Curiosamente introducen animales reales o personajes de fantasía que son explotados en la fábrica. Estos quedan encerrados u obligados a hacer cosas, mostrando lo que yo antes me refería sobre los sueños y fantasías.

Corea del sur a pesar de ser capitalista parece en este caso que queda subordinada por diferentes empresas de otros países, supongo que por el bajo coste de la mano de obra. De esto surge el ejemplo del logo de la Fox mostrándolo como una cárcel.

Carmen Lovelle Moraleda